10 de febrero de 2017

CUENTO RÚSTICO 29: SIETE CUENTOS DE AMOR: (1) LUNARES BLANCOS

CR29 (10.02.2017)
SIETE CUENTOS DE AMOR: (1) LUNARES BLANCOS
El prolegómeno tiene dos contenidos

La amiga lejana que desde el norte al ver las reiteradas fotografías de la novia eterna dijo virtualmente deberías escribir un libro de amor y lo pensé posible

Zaz en la Plaza de Mayo cantando la revolución del colibrí

Donde el colibrí llevaba gotas de agua en su piquillo intentando apagar el incendio forestal las otras aves preguntaban cómo pretendes apagar algo tan voraz con tan poca agua y el colibrí contestaba cada cual debe hacer su parte

Entonces comprendí que el amor que pertenece a quienes están dispuestos a regalarlo es tan propio de sus almas gratuitas que es imposible invadirlo

Comprendí entonces que valía la pena escribir cuentos de amor propio hasta siete

Para regalarlos gratuitamente como quien regala flores amorosas y gotas de agua que nada apagan pero que todo lo riegan de sentimientos buenos

Hasta siete porque siete son los días de cada semana que serán regalados por siempre cuando se ama

Y venía la niña caminando graciosamente frente a la plaza del pueblo de siempre

La conocía desde que se odiaban cuando niños porque les sentaban juntos en los cumpleaños y siempre les insistían zalameramente que bailaran

Y transcurrieron años de inexplicables lejanías de púberes ingenuos

Hasta que cruzó la plaza con la faldita azul con lunares blancos de distintos tamaños que la hacía ver radiante y graciosa como las flores regaladas y las aguas de los colibríes

Él como nunca estaba en el pórtico de la casa en esas cavilaciones antojadizas propias de los adolescentes

Cuando la vio venir cadenciosamente crecida y esbelta

Había dejado de ser la niña palidita y un poco arrogante que hablaba refinado

Era ya un atisbo de mujer con su pelo azabache enrollado en rulitos negros que caían sobre sus hombros y espalda

Sus piernas arrastraban el suelo abriendo surcos potentes en la tierra para imposible dejar de hacer huella

Al verla él se dijo a escondidas hela ahí la mujer de mis sueños

La buscaré para seguirla por siempre porque huele a amor eterno

Y pasaron los tiempos sin que se encontraran

Pasaron los tiempos.



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