29 de febrero de 2016

CUENTO CORTO 8: LA JUGADORA INESPERADA

Irresistible publicar un CUENTO CORTO escrito en un día especial de año bisiesto ... 
CC8 (29.02.2016)
LA JUGADORA INESPERADA

La Vane entró al salón como lo hacían los jovencitos cuando ingresaban desafiantes al bar del lejano oeste traspasando las puertas tambaleantes

Destacaba aunque era delgada por sus senos generosos y por una extraña mezcla entre una mirada dura y una dulzura escondida

Cuando ingresó por primera vez el caleco, el bigote, el veneno, el pinina, el pato, el abuelo, el loco y el profe dejaron de jugar sus partidos de americano, de bola ocho, de premiada y de billar a tres bandas

Estaban atónitos porque nunca en la historia del salón había ingresado una mujer a jugar tan desafiante y segura

Era como el ingreso de una mujer al galeón de los piratas quienes creían que serían consumidos en las penas del infierno y seducidos por el encanto pérfido de las sirenas que los devorarían

Su estilo era extraño ya que invitaba a jugar desafiando a los pachorras a quienes incluso ganaba discretamente sin aspavientos ni apuestas

Cuando me desafió rechazó el café y se indignó cuando advirtió mi machismo al jugarle en una medida disminuida de mis fuerzas

A veces se desmayaba con estertores de muerte para luego regresar el día siguiente y continuar jugando con cualquiera

El Manolito jugador agazapado y pequeñito se jactó de ser el padre de un bebé de ella que nadie conoció nunca

Nadie le creyó nunca al Manolito

La Vane hace tiempo que no regresa a jugar con cualquiera de nosotros.


25 de febrero de 2016

CUENTO CORTO 7: EL ENTIERRO

CC7 (25.02.2016)
EL ENTIERRO

Contaba la abuelita Tati que cuando joven cruzaba la plaza del pueblo caminaba sin rumbo para perderse entre ruidos de doblones que caían sonando a sus espaldas y que ella juraba eran de oro

Se sentía intensamente mareada con una sensación nauseabunda y desorientada el mundo giraba a su alrededor y en su mirada perdida y desorbitada se desataba la leyenda sin que ni siquiera ella lo supiera

Cuando me pregunté por qué le llamaban Tati descubrí que era un diminutivo que venía de Estatira la princesa persa hija del rey Darío a la que llamaban igual que su madre y que desposó a Alejandro Magno simbolizando el deseo de unión entre persas y macedónicos

La abuelita Tati nunca supo de la importancia histórica de su nombre ya que no fue a la escuela pero sabía de mitos y leyendas que contaba mientras sentada en su inmensa humanidad se lavaba los pies con agua caliente y afrechillo porque les quedaban limpios suaves y transparentes

Siempre supo que existían cuatro esquinas equidistantes de la pileta central pero se perdía sin poder salir especialmente cuando era el crepúsculo y continuaba escuchando el sonido del metal

Ella rezaba insistente sus padres nuestros y ave marías hasta que con los ojos cerrados no sabía cómo lo lograba pero nos aseguraba que al final salía

La prueba era que nos contaba luego esos cuentos de tesoros que nos quería regalar como su ingenua promesa de amor a sus nietos que no eran

Entonces se pasó la vida refugiada en su casa criando hijos ajenos y a los hijos de los hijos ajenos que fuimos nosotros

Ella nunca se casó ni tuvo hijos ni nietos y fue la abuela más querida que nos protegía alimentaba y acompañaba dócilmente y nos contaba mitos y leyendas de duendes sirenas piratas y campesinos

Y nos contaba esos cuentos de aventuras acerca de tesoros ocultos que se corrían bajo la tierra y que enloquecían a quienes los buscaban envilecidos

El abuelo Isauro se había tomado tan en serio el cuento de la plaza y los doblones de oro que comenzó a cavar zanjas en el patio de su casa buscando el entierro que según la leyenda se corría de sitio en sitio

Nada era tan descabellado considerando que mi tatarabuelo había desembarcado en la bahía como el pirata que venía a conquistar desde Bilbao en esos tiempos de la colonia y de la formación de los pueblos

Él se adentró por los campos de Cañihueco hasta Primer Agua y Agua Amarilla seduciendo princesas mapuches dejando el resultado de sus amores en familias paralelas que comparten apellidos pero que no nos reconocemos

Hasta que el diablo le mostró su colmillo de oro cuando cabalgaba hacia la cacería una negra y abrumadora noche de invierno

Su caballo cabalgó despavorido sin destino hasta que resopló su último vapor de aliento y entonces el tatarabuelo sepultó el tesoro donde el diablo perdió el poncho

La creencia popular corrió a raudales entre los azarosos los codiciosos y los aventureros y todos cavaron zanjas en sus patios para robar el entierro

Las zanjas se tapaban solas en las noches cayendo piedras enormes en los hoyos con ruidos estruendosos porque se corría el entierro

Dicen las madres incluyendo la mía que aún se pierden en la plaza en las tardes crepusculares escuchando doblones de oro que caen con sonidos metálicos en sus espaldas

Y se pierden las esquinas y los rumbos se angustian hasta que logran salir sin ningún doblón de oro

Nunca nadie ha encontrado el tesoro del bucanero.



24 de febrero de 2016

CUENTO CORTO 6: LA APUESTA

CC6 (24.02.2016)
LA APUESTA

Cada vez que bajaban al pueblo después de estar enmontañados por semanas era de rigor visitar a los muertos

Eran deudos filiales y leales que honraban las tradiciones campesinas de recordar a sus abuelos venerados a sus padres robustos a sus tías viudas y a sus primas de vestidos floreados que se fueron prematuramente

Para ser totalmente veraces les motivaba también pasar a tomar el quitapenas en la bodeguita que cándida estaba situada eternamente frente al cementerio

Bebían dependiendo la hora del día sus maltas con harina tostada sus chuflays que eran una mezcla perversamente curadora de aguardiente y aloja y también de ese vinito de curagüillas que era cortado con cenizas para evitar que se avinagrara

Entonces entre los vapores etílicos de esa tasca tardía se caldeaban los ánimos entre disputas acerca de los recuerdos de los deudos y las arremetidas virulentas de machos campesinos deseosos de contar y mostrar sus conquistas amorosas y valientes osadías

Y se sucedían las jarras y se subían los ánimos arremetiendo con cuentos y apuestas

Hasta que el Canelo no resistió e increpó desafiante a los demás bebesteros quien es hombrecito y es capaz de entrar a medianoche el final del cementerio un día de lluvia y estacar una cruz para honrar a nuestros muertos

Apostaron una ronda que incluía una garrafa de pipeño blanco sopaipillas con ají colorado y para rematar una pichanga completa

El día estaba lluvioso y ya eran las once treinta cuando el José que era un viejo roble fornido y violento llegó a las puertas del cementerio

Traía sobre sus hombros protegidos por su manta de castilla una cruz de madera hecha de listones y atada con cuerdas

Dejó su cabalgado caballo atado a la manilla de acero diciéndole espérame rojizo que voy gano la apuesta y regreso

El caballo lo miró con ojos perdidos y no fue capaz decirle nada se quedó impávido como si nada

El José caminó los senderos serpenteantes entre tumbas de tierra y nichos de cemento con cruces y más cruces y su cruz al cuello

Algunas tumbas eran tétricas y estaban abiertas como si los muertos se hubiesen escabullido entre los cipreses que sonaban con el viento

El José dejaba de ser un macho cabrío y comenzó a sudar entre sus mantas negras

Tomó la cruz con nerviosa rapidez la colocó sobre el último árbol crepitado del cementerio y la clavó con una helada sensación en su espalda

Al girar para arrancar sintió en su hombro la desconocida mano fría que lo cargó desde lo moribundo descargando un grito desgarrador desplomándose asfixiante deshecho y el corazón del guerrero herido

Cuentan las gentes que lo encontraron muerto con los ojos brillantes enrojecidos y desorbitados y con su manta negra clavada a la cruz

Cuentan que su caballo se mantuvo siempre sin hablar con nadie y con los ojos perdidos.


23 de febrero de 2016

CUENTO CORTO 5: EL MARINERO ERRANTE

CC5 (22.02.2016)
EL MARINERO ERRANTE

Cada vez que queríamos sentirnos aventureros cruzábamos el puente de durmientes que flotaba cerca de la playa

Nos seducía ese temor irreverente de ser arrollados aunque sabíamos el horario tramposo sin riesgos

Conversábamos venciendo el tiempo mientras agredíamos la espuma de mar con granúsculos de arena

Nunca entendí bien porqué envidié siempre sus historias de mares perdidos y de islas caribeñas

Sus aventuras eran irreverentes eran sólo aventuras que agredían por ser sólo aventuras

Sus aventuras eran sin atribulaciones existenciales metafísicas o idealistas porque eran sólo aventuras

Hasta que un día sin avisos ni despedidas el Rony se subió a un barco sin banderas colores ni nombres

Lo imaginé luchando con hombres barbudos con aretes y cuchillos defendiendo mujeres inertes que luego sedujo con insistencia

Lo imaginé cruzando mares quietos soplando con su temple las velas agotadas

Lo imaginé traficando sueños a otros aventureros menos intrépidos

Siempre escribió cartas lejanas a su hermana cartas amorosas de esperanzas y sin penas

Con tesoros escondidos que repletaron sus ansias que repletaron sus recuerdos

Y transcurrieron los tiempos sin tiempos esos tiempos eternos que no tienen horas ni días ni años

El Rony nunca ha vuelto a lanzar granúsculos de arena


Lo esperaré entre las nieblas matutinas de los tiempos perdidos para abrazarlo.




17 de febrero de 2016

CUENTO CORTO 4: LAS SEDUCTORAS

CC4 (17.02.2016)
LAS SEDUCTORAS

Llegaron montadas en tres carretas a bueyes adornadas con toldos de aromos retamillas y banderitas tricolores de papel que las engalanaban graciosamente

Irrumpían por la polvorienta calle principal con sus cabelleras tranzadas con rosetas de sedas y aretes plateados y sus caritas empolvadas con panquei y sus labios enrojecidos furiosos

Las gentes fisgonas se agolpaban tras los árboles de las veredas

Y ellas les saludaban con sus brazos de reinas agitados mirándoles a los ojos y gritando viva Chile

Atrás quedaron los litres los maitenes y los maquis

Atrás quedaron las cavas de papas los parronales las harinas tostadas de trigo y las chichas de manzanas

Atrás quedaron las tortillas de rescoldo cocinadas en las cenizas ardientes de sus amores deseados

Atrás quedaron las trillas y los hombres violentos

Llegaron por la calle principal a seducir pueblerinos

Se instalaron al final de otra calle pedregosa al lado del riachuelo aún cristalino

Y vendían aceites repugnantes en toneles de acero y escalaban por las paredes los tarros de conserva marca Oso en interminables estanterías de madera

Y se mezclaban los olores de las pasas el pan amasado los confites con los aromas de los tomates apilados en cajones

Las arvejas secas el azúcar a granel los garbanzos y los porotos blancos se dispensaban con palanas de hojalata

Y todo era envuelto en papeles de diario viejo

Y así los aretes se oxidaron las trenzas se encanecieron las cintas se deshilacharon los rojos furiosos se encausaron por las comisuras de los labios y las banderitas terminaron corroídas por el tiempo

Las tres nunca enamoraron
Las tres nunca se casaron
Las tres nunca tuvieron hijos ni deudos

Sólo fueron conocidas por siempre como las señoritas viva Chile.




15 de febrero de 2016

CUENTO CORTO 3: ERA EL DOCTOR

CC3 (15.02.2016)
ERA EL DOCTOR

Salud y fuerza cósmica vociferaba como una arenga de guerra cada vez que brindaba bebiendo su copa hasta el fondo y volcándola para demostrar que no quedaba gota alguna del vinillo de cantina que bebía con los vecinos diariamente

Él era el único que bebía sin pagar no porque no quisiera hacerlo sino porque era patrimonio de todos el sustentar sus gustos etílicos

Era la forma en que las solteronas las separadas las casquivanas e incluso las viudas se encargaban de suministrar los recursos para que el bebiera libremente

Él y sólo él podía ingresar en las tinieblas de invierno a la población de los delincuentes para curar las heridas de arma blanca atender las parturientas y recetar bocanadas de humo en los oídos para los injuriosos nocturnos

Él era el único que orinaba el piano del lupanar rodeado de sus prostitutas preferidas sin que la Madame Rosa lo increpara

En realidad no tenía putas preferidas las atendía a todas previniendo sus males con yerbas misteriosas y pócimas alegres evitando sus vientres y salvando sus vaginas

Aunque era de formación estrictamente alópata su vocación era innovadora y alternativa

Tan rupturista fue que se comentaba su riña abierta a voces y golpes con el catedrático que discrepaba de sus creencias y que terminó expulsándolo de la Facultad centenaria

Entonces desde siempre deambuló por los callejones visitando a las madres los dolientes las viudas los delincuentes y las putas

Era el curandero el machi el hechicero el medicastro el sanador de los miserables los marginados los tristes y los vapuleados

Hasta que un malogrado día los irreverentes sin códigos los impertinentes sin límites irrumpieron en su sucucho para robarle lo último del alma que le quedaba rompiendo con su tesoro valioso el que todos lo amaban

Desde ese día se marchitó vulnerable

Nunca supe que día murió ni cuánto duró desde ese deleznable día de invierno

Las mujeres del pueblo perdieron sus consejos milenarios

Los bandidos se desangraron

Las prostitutas se preñaron

El piano orinado se secó hasta el remate de los últimos trastes de la casa de la Madame Rosa que murió tan pronto como queriendo seguirlo

Dicen los que saben que deambula por el cielo atendiendo a ángeles y querubines y bebe copones de vino maduro hasta volcarlos sin gota alguna.



10 de febrero de 2016

CUENTO CORTO 2: LA REJA

Otro CUENTO CORTO…les agradezco sus impresiones, comentarios, críticas, emocionalidades y toda opinión que me sirva para remotivarme permanentemente y llegar a compendiar un libro…ustedes serán mis críticos(as) amistosamente despiadados…gracias

CC2 (10.02.2016)
LA REJA

El siempre insistía en que era operador de bombas
No le gustaba que le dijeran bombero porque eran los que apagaban incendios

Cada vez que llenaba el estanque de mi camioneta y le entregaba las monedas me decía gracias papito vaya con Dios papito cuídese papito regalándome deseos buenos

Un día cuando estaba cesante en los años de marginalidad social económica y política me encontró taciturno y me dijo qué sucede papito

Nada Tata nada

Extrajo el manojo de billetes que siempre manejaba en sus bolsillos
Al igual que el cuentacuentos que compra y vende cebollas en la vega nocturna
Siempre tienen manojos de billetes
Puso uno en mi mano y la cerró diciendo te salvas con esto cierto

Compré pan mortadela y queso y esa tarde comimos bien

Cuando dejó de trabajar y usaba muletas lo encontré deambulando las calles
Le dije con esto te salvas y me miró agradecido

Cada navidad cada año nuevo cada día fortuito que nos encontramos continuó salvado y agradecido

Hasta que le dije sabes tengo una reja metálica que necesita pintura busca un ayudante y la pintan

Creí que le regalaba algo digno

El maestro Chumi era flaquito viejito y pálido
Me adopta me decía cuando quería destacar su agradecimiento por la comida y bebida que le dábamos como parte del trato

El Tata igual ayudó a pintar lentamente la reja roja primero y negra finalmente
Se demoraron comieron y bebieron una semana

Meses después nos encontramos casualmente en su andar lento y apoyado
Le pregunté por el maestro Chumi porque me agradaba mucho su amable agradecimiento
Se murió me dijo él no estaba acostumbrado a comer tanto y como no fue adoptado prefirió irse para no pintar más rejas rojas y negras

Ahora cuando encuentro al Tata sólo le digo con esto te salvas cierto
Y me basta con que me mire agradecido.






CUENTO CORTO 1: LA NIÑA Y LOS TRENES

A contar de hoy compartiré CUENTOS CORTOS, como una contribución cultural y un forma motivacional para llegar a editar un libro.

CC1 (09.02.2016)
LA NIÑA Y LOS TRENES

Ese día como nunca hago descansé en la plaza
Aproveché de meditar que se me venía encima la vida y que estaba envejeciendo

Qué se siente ser jubilado sin júbilo sentado en una banca de madera
Estaba divagando sobre el futuro sin ver ni sentir aparentemente nada
Sólo pensaba y sentía la brisa fría propia de esa plaza

Se sentó a mi lado bajo el tilo añoso que un día cualquiera cayó estrepitosamente
Estaba regalando ojos vidriosos escondidos en un rostro perdido y un tanto desgarrado
Me contó su vida sin decir palabras
Se acomodó en el banco de la plaza como queriendo acercarse

Me interesó lo complejo de su vida sin palabras

De pronto se acercó casi sigilosamente besó mi mejilla suavemente sin besarla y me dijo adiós sin palabras

Caminó hacia la estación nostálgica de trenes que se fueron hace tiempo
Para perderse entre gentes impropias que no la miraron ni advirtieron su pena
Se fue taciturna y lento sin haber llegado

La niña triste se fue buscando los vapores eternos de los trenes
La niña triste se subió a trenes que nunca salieron
Trenes que nunca regresaron

Nunca ame tanto sin haber amado.