CC11 (14.04.2016)
VISIONES
Ella caminaba
entre taciturna y pensativa mirando las vitrinas repletas de cosas que no podía
comprar
Siempre le gustó
regalarse el tiempo para apropiarse de las calles y mirar los objetos inertes y
las gentes agolpadas mientras caminaba con sus ojos azules prendidos
Le gustaba sentir
que se permitía apropiarse con la mirada de sus ojos de las cosas tangibles y
robarse con la mirada de su alma los pensamientos los sentimientos y las
emociones que estaban regaladas en la calle
Pero ese día
sucedió que advirtió que miraba pero no quería ver lo inalcanzable
Todo estaba
diluido entre vidrieras que aunque transparentes levantaban un muro de
incomprensible lejanía
Y las gentes
transitaban pero no veían que se les escapaban los pensamientos los
sentimientos y las emociones
Y las cosas
estaban derruidas y transparentes
Entonces sólo
cerró sus ojos y continuó caminando cegada por una inesperada necesidad de
renuncia y de ausencia
Y caminó
amedrentada como nunca lo había hecho desde la incertidumbre de lo desconocido
y sin los límites de las cosas y las gentes
Tuvo que esquivar
baldosas impertinentes y gentes aglomeradas que transitaban indiferentes y
agitadas
Las esquinas ya no
era curvas y los colores de los semáforos desaparecieron
Sintió que miraba
por los instintos pero no veía por los sentidos
Era algo confuso
que la alejó de las vidrieras y la condujo por interminables pensamientos
erráticos y agolpados que pintaban silencios como si tambores tribales
quisieran invadir su cerebro
Entre pasos
vacilantes y pensamientos difuminados caviló entre lo profundo del negro y las
lucecitas azules imaginarias que se agolparon en su mente un tanto estupefacta
y afiebrada
No miró pero pudo
ver lo profundo del destino incierto de los que pueden mirar el mundo que les
rodea pero no son capaces de ver los pensamientos los sentimientos y las
emociones
No ven los
pensamientos los sentimientos y las emociones de los árboles generosos de
sombras amigables y de sus hojas de colores de otoño
No ven las miradas
perdidas de los perros callejeros que cruzan las esquinas acompañándoles
No ven la dulzura
del niño lamiendo conos helados repletos de cremas y chocolates
No ven la
templanza de los jubilados sentados en el banco de la plaza mirando el infinito
como nunca lo habían visto porque esperan lo desconocido de la muerte
No ven la
ingenuidad del mendigo en sus ojos profundos y nublados
No ven el blanco
de las nubes que se ennegrece para prodigar la vida
Entonces en ese
exquisito acto de rebeldía que se pueden dar los que no ven pensó en el poeta
que estuvo viendo la pintura abstracta intentando descubrir la belleza que
tenía encerrada
El poeta que en un
arranque de locura estética se roció los ojos de ácido hasta que las lágrimas
se secaron rompiendo con el mundo de las imágenes y de las visiones para hacer
emerger los sueños
Así experimentó la
noción extrema de la ceguera y se sentó en el suelo a meditar desde lejos si
podía penetrar en las profundidades de ese pensamiento ciego que fue pintado
para ser soñado
Comenzó a observar
con pasión los colores las transparencias y a descubrir lo hermoso y fascinante
que son las ausencias del espacio
Descubrió que el
blanco es eterno y el negro es profundo
Y el resto de los
colores son matices destinados a hermosear lo que va desde lo profundo a lo
eterno
Ya no sólo veía y
miraba desde lejos y externamente estas visiones que le fueron regaladas como
trofeos ajenos
Ajenos a las cosas
y a las gentes para parsimoniosamente comenzar a emocionarse con los colores
las transparencias y las ausencias del espacio
Aprendiendo a ver
que el blanco y el principio y el negro y el fin son lo mismo
Entonces encegueció
las pasiones las visiones y los tormentos para invadir la placitud de las
ausencias de colores
Y construyó un
mundo infinito en que era posible ver sin abrir los ojos vagando por las calles
eludiendo baldosas rotas y gentes agitadas
Regalando cosas imaginarias
y transpirando los pensamientos los sentimientos y las emociones hasta
construir ausencias de colores
Ahora cada día al
despertar no abre los ojos para permanecer sin ver la violencia de la luz
Entonces medita
que es posible vivir sin ver y que morir es dejar de ver en el espectro de
colores.
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