18 de julio de 2016

CUENTO SEMI CORTO (22): EL CONTACTO

CSC22 (16.07.2016)
EL CONTACTO

La instrucción inicial era concurrir a la Fuente de Soda así se llamaban los restaurantes pequeños en esa época

Esa Fuente de Soda era muy especial porque estaba muy central y en ella vendían los mejores completos de la ciudad

El segundo piso era muy privado como diseñado para parejas ya que tenía asientos de madera para dos tapizados de cuero falso y dispuestos en una hilera como en los trenes antiguos

La vienesa que usaban era fabricada de manera artesanal lo que le aportaba un sabor sinigual lo mismo que el pan copihue que era blando y a la vez caliente con un leve crocante todo se mezclaba con chucrut de tonel de madera más una suculenta porción de mayonesa y aderezos los que daban como resultado un sándwich magnífico que se había transformado en una tradición de pareja

Todos los meses iban juntos desde que eran pololos muy jóvenes al rito del completo lo cual ponía perfectamente fuera de toda sospecha el que tuviese que eventualmente utilizar el baño que se encontraba al fondo del primer piso en un lugar bastante discreto

El sobre estaba pegado detrás del pequeño y envejecido espejo que tenía bordes decolorados y semioxidados

Lo tomó nervioso aunque no debía estarlo ya que nadie observaba la maniobra porque el baño era tan pequeño que sólo podía ser utilizado por un ciudadano

Terminaron de comer y de beber sus cervezas y salieron como sintiendo que todo el mundo les miraba con sospecha de hecho las piernas flaqueaban un poco

El sobre estaba seguro en el bolsillo del pantalón

Eran dos chiquillos veinteañeros compañeros y esposos que estaban haciendo lo que pensaban era su lucha clandestina desde la marginalidad de sus vidas

Las indicaciones del sobre eran precisas e infantiles concurrir a la exposición de pinturas que estaba en la galería frente a los edificios públicos para enlazar al nuevo contacto

Estaría con un impermeable y una bolsa de maní en la mano izquierda y el contacto debía concurrir con un periódico bajo el brazo y con un paraguas utilizándolo a la manera de un bastón

Dieciocho treinta en punto en la vitrina con muchas gentes circulando debido al fin de la jornada de trabajo

Lo infantil era que el día había sido esplendoroso y ambos vestían atuendos de invierno

Los estrategas habían fallado en las formas de concebir y diseñar el contacto

Pero funcionó el contacto porque siempre existió una cierta fortuna que impidió que ambos cayeran en las manos de los represores

Al identificarlo se acercó y le dijo es bonita la pintura

Sí es Isabel la Católica contesta el contacto

El santo y seña había funcionado nunca se habían visto antes y al reconocerse clandestinos les pareció que eran conocidos de toda la vida

Nació una confianza nunca concebida y propia de los que comparten ideales

Él era un poco mayor quizás unos cinco años los que en esa época hacían diferencia en la experiencia de vida y de combatientes

Se mezclaron la inexperiencia e impulsividad juvenil con la seguridad y templanza de los idealistas

La conversación siguiente no estaba pauteada sólo debían establecer el sistema de contactos futuros para continuar su lucha un tanto ingenua

Desde ese día participaron juntos en reuniones clandestinas repartiendo pasquines en las noches de invierno viajaron por regiones distribuyendo panfletos evadiendo patrullas militares orinando frente a las murallas para que creyeran que eran borrachos inofensivos

Nunca dispararon una bala nunca mataron a nadie nunca pusieron en riesgo una vida sólo lucharon su lucha un tanto ingenua

Uno defendió a los perseguidos y denunció las ignominias y las aberraciones del poder omnímodo

El otro participó en comités políticos en escuelas de cuadros en jornadas ocultas en playas de verano y en reuniones de visitas internacionales y retornados clandestinos

Pudieron irse al exilio a estudiar al primer mundo solidario

Prefirieron quedarse en su lucha un tanto ingenua

Nunca los encontraron quizás por su lucha un tanto ingenua o porque siempre existió cierta fortuna que impidió que ambos cayeran

Nacieron sus hijos y crecieron los hijos y llegaron los hijos de sus hijos

Cayó la dictadura y llegaron los nuevos tiempos que se presumieron alegres

Aprendieron con resignación a preferir la peor de las democracias a la mejor de las dictaduras

Aprendieron que su lucha un tanto ingenua había terminado

Transcurrieron las décadas y se comenzó a consumir la vida de los dos sobrevivientes

El día del contacto pensaron ganar un compañero

La vida les enseñó que habían ganado un hermano para siempre.


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