CSC22
(16.07.2016)
EL CONTACTO
La instrucción
inicial era concurrir a la Fuente de Soda así se llamaban los restaurantes
pequeños en esa época
Esa Fuente de Soda
era muy especial porque estaba muy central y en ella vendían los mejores
completos de la ciudad
El segundo piso
era muy privado como diseñado para parejas ya que tenía asientos de madera para
dos tapizados de cuero falso y dispuestos en una hilera como en los trenes
antiguos
La vienesa que
usaban era fabricada de manera artesanal lo que le aportaba un sabor sinigual
lo mismo que el pan copihue que era blando y a la vez caliente con un leve
crocante todo se mezclaba con chucrut de tonel de madera más una suculenta
porción de mayonesa y aderezos los que daban como resultado un sándwich
magnífico que se había transformado en una tradición de pareja
Todos los meses
iban juntos desde que eran pololos muy jóvenes al rito del completo lo cual
ponía perfectamente fuera de toda sospecha el que tuviese que eventualmente
utilizar el baño que se encontraba al fondo del primer piso en un lugar
bastante discreto
El sobre estaba
pegado detrás del pequeño y envejecido espejo que tenía bordes decolorados y
semioxidados
Lo tomó nervioso
aunque no debía estarlo ya que nadie observaba la maniobra porque el baño era
tan pequeño que sólo podía ser utilizado por un ciudadano
Terminaron de
comer y de beber sus cervezas y salieron como sintiendo que todo el mundo les
miraba con sospecha de hecho las piernas flaqueaban un poco
El sobre estaba
seguro en el bolsillo del pantalón
Eran dos
chiquillos veinteañeros compañeros y esposos que estaban haciendo lo que
pensaban era su lucha clandestina desde la marginalidad de sus vidas
Las indicaciones
del sobre eran precisas e infantiles concurrir a la exposición de pinturas que
estaba en la galería frente a los edificios públicos para enlazar al nuevo
contacto
Estaría con un
impermeable y una bolsa de maní en la mano izquierda y el contacto debía
concurrir con un periódico bajo el brazo y con un paraguas utilizándolo a la
manera de un bastón
Dieciocho treinta
en punto en la vitrina con muchas gentes circulando debido al fin de la jornada
de trabajo
Lo infantil era
que el día había sido esplendoroso y ambos vestían atuendos de invierno
Los estrategas
habían fallado en las formas de concebir y diseñar el contacto
Pero funcionó el
contacto porque siempre existió una cierta fortuna que impidió que ambos
cayeran en las manos de los represores
Al identificarlo
se acercó y le dijo es bonita la pintura
Sí es Isabel la Católica
contesta el contacto
El santo y seña
había funcionado nunca se habían visto antes y al reconocerse clandestinos les
pareció que eran conocidos de toda la vida
Nació una
confianza nunca concebida y propia de los que comparten ideales
Él era un poco
mayor quizás unos cinco años los que en esa época hacían diferencia en la
experiencia de vida y de combatientes
Se mezclaron la
inexperiencia e impulsividad juvenil con la seguridad y templanza de los
idealistas
La conversación
siguiente no estaba pauteada sólo debían establecer el sistema de contactos
futuros para continuar su lucha un tanto ingenua
Desde ese día
participaron juntos en reuniones clandestinas repartiendo pasquines en las
noches de invierno viajaron por regiones distribuyendo panfletos evadiendo
patrullas militares orinando frente a las murallas para que creyeran que eran
borrachos inofensivos
Nunca dispararon
una bala nunca mataron a nadie nunca pusieron en riesgo una vida sólo lucharon
su lucha un tanto ingenua
Uno defendió a los
perseguidos y denunció las ignominias y las aberraciones del poder omnímodo
El otro participó
en comités políticos en escuelas de cuadros en jornadas ocultas en playas de
verano y en reuniones de visitas internacionales y retornados clandestinos
Pudieron irse al
exilio a estudiar al primer mundo solidario
Prefirieron quedarse
en su lucha un tanto ingenua
Nunca los
encontraron quizás por su lucha un tanto ingenua o porque siempre existió
cierta fortuna que impidió que ambos cayeran
Nacieron sus hijos
y crecieron los hijos y llegaron los hijos de sus hijos
Cayó la dictadura
y llegaron los nuevos tiempos que se presumieron alegres
Aprendieron con
resignación a preferir la peor de las democracias a la mejor de las dictaduras
Aprendieron que su
lucha un tanto ingenua había terminado
Transcurrieron las
décadas y se comenzó a consumir la vida de los dos sobrevivientes
El día del
contacto pensaron ganar un compañero
La vida les enseñó
que habían ganado un hermano para siempre.
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